viernes, 24 de diciembre de 2010

EL VENDEDOR DE ALFOMBRAS

El señor cerdito vende alfombras y convence rápidamente a sus clientes para que le compren sus productos. Va de puerta en puerta, y como es tan simpático y amable es bienvenido. Es raro que alguien le de con la puerta en las narices. Un buen día llamó a la puerta del señor pato con la intención de venderle su mejor alfombra; por eso cuando el señor pato abrió la puerta con recelo , se encuentra en vuelto en las redes de el señor cerdito.

- ¿Quién es usted, buen hombre?
- Dice don pato
- Buenos días, simpático señor. Vengo a ofrecerle una alfombra preciosa ¡vea señor, vea! Es digna de que la tenga usted señor – habla y habla el señor cerdito.
- Pero vera … yo… - responde el señor pato
- Ya veo que le gusta señor así que podrá ser suya por muy poco dinero insiste el señor cerdito.
El señor pato quiere decirle muchas cosas a tal vendedor pero este no le deja. En un abrir y cerrar de ojos el señor pato se encuentra con que a comprado una costosa alfombra que ni siquiera quería. Es preciso andarse con cuidado , amiguitos.





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