viernes, 24 de diciembre de 2010

EL VENDEDOR DE ALFOMBRAS

El señor cerdito vende alfombras y convence rápidamente a sus clientes para que le compren sus productos. Va de puerta en puerta, y como es tan simpático y amable es bienvenido. Es raro que alguien le de con la puerta en las narices. Un buen día llamó a la puerta del señor pato con la intención de venderle su mejor alfombra; por eso cuando el señor pato abrió la puerta con recelo , se encuentra en vuelto en las redes de el señor cerdito.

- ¿Quién es usted, buen hombre?
- Dice don pato
- Buenos días, simpático señor. Vengo a ofrecerle una alfombra preciosa ¡vea señor, vea! Es digna de que la tenga usted señor – habla y habla el señor cerdito.
- Pero vera … yo… - responde el señor pato
- Ya veo que le gusta señor así que podrá ser suya por muy poco dinero insiste el señor cerdito.
El señor pato quiere decirle muchas cosas a tal vendedor pero este no le deja. En un abrir y cerrar de ojos el señor pato se encuentra con que a comprado una costosa alfombra que ni siquiera quería. Es preciso andarse con cuidado , amiguitos.





viernes, 17 de diciembre de 2010

LA ZORRA Y LAS UVAS

Había una vez una zorra que llevaba casi una semana sin comer, había tenido muy mala suerte, le robaban las presas y el gallinero que encontró tenía un perro guardián muy atento y un amo rápido en acudir con la escopeta.
Ciertamente estaba muertecita de hambre cuando encontró unas parras silvestres de las que colgaban unos suculentos racimos de doradas uvas, debajo de la parra había unas piedras, como protegiéndolas.—Al fin va a cambiar mi suerte, —pensó relamiéndose—, parecen muy dulces. Se puso a brincar, intentando alcanzarlos, pero se sentía muy débil, sus saltos se quedaban cortos los racimos estaban muy altos y no llegaba. Así que se dijo: —Para que perder el tiempo y esforzarme, no las quiero, no están maduras.
Pero resulta que si la zorra hubiese trepado por las piedras parándose en dos patas hubiese alcanzado los racimos, esta vez le faltó algo de astucia a doña zorra, parece ser que el hambre no la deja pensar.
MORALEJA:
Hay que esforzarse para conseguir lo que se desea pero pensando primero que es lo que queremos y como conseguirlo, no sea que nos pongamos a dar brincos cuando lo que necesitamos es estirarnos, y perdamos el tiempo y el esfuerzo.

Soy roja dijo la gallina


Había una vez una gallina roja llamada Marcelina, que vivía en una granja rodeada de muchos animales. Era una granja muy grande, en medio del campo. En el establo vivían las vacas y los caballos; los cerdos tenían su propia cochiquera. Había hasta un estanque con patos y un corral con muchas gallinas. Había en la granja también una familia de granjeros que cuidaba de todos los animales.
Un día la gallinita roja, escarbando en la tierra de la granja, encontró un grano de trigo. Pensó que si lo sembraba crecería y después podría hacer pan para ella y todos sus amigos.
-¿Quién me ayudará a sembrar el trigo? les preguntó.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, pues lo sembraré yo, dijo la gallinita.

Y así, Marcelina sembró sola su grano de trigo con mucho cuidado. Abrió un agujerito en la tierra y lo tapó. Pasó algún tiempo y al cabo el trigo creció y maduró, convirtiéndose en una bonita planta.
-¿Quién me ayudará a segar el trigo? preguntó la gallinita roja.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, si no me queréis ayudar, lo segaré yo, exclamó Marcelina.

Y la gallina, con mucho esfuerzo, segó ella sola el trigo. Tuvo que cortar con su piquito uno a uno todos los tallos. Cuando acabó, habló muy cansada a sus compañeros:
-¿Quién me ayudará a trillar el trigo?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo trillaré yo.

Estaba muy enfadada con los otros animales, así que se puso ella sola a trillarlo. Lo trituró con paciencia hasta que consiguió separar el grano de la paja. Cuando acabó, volvió a preguntar:
-¿Quién me ayudará a llevar el trigo al molino para convertirlo en harina?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo llevaré y lo amasaré yo, contestó Marcelina.

Y con la harina hizo una hermosa y jugosa barra de pan. Cuando la tuvo terminada, muy tranquilamente preguntó:
- Y ahora, ¿quién comerá la barra de pan? volvió a preguntar la gallinita roja.
-¡Yo, yo! dijo el pato.
-¡Yo, yo! dijo el gato.
-¡Yo, yo! dijo el perro.
-¡Pues NO os la comeréis ninguno de vosotros! contestó Marcelina. Me la comeré yo, con todos mis hijos. Y así lo hizo. Llamó a sus pollitos y la compartió con ellos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

¡¡ESTAS NAVIDADES!!

Las Navidades pasadas paso algo extraño en casa de los Gomez, todos pasaron de ser gruñones y mal humorados a buenas personas y este año todas las personas conocidas deseaban que eso volviera pasar pero no sucedio asi y la gente no les hablaba llegaron a enfadarse por que no habia sucedido este maravilloso milagro los Gomez no entendian por que sucedia esto, intentaron crreer que es que habian hecho algo mal, aunque no les extrañaba nada por que eran tan gruñones que la gente se malhumoraba por todo con ellos, se llegaron a quedar tan solos que se sentian mal por lo que decidieron hacer lo mismo que las navidades pasadas pero esto no dio resultado, los amigos , vecinos ... les dijeron que debian de ser asi todos los años por que sino no les servia de nada.Asi con el nuevo año , nueva persona.

viernes, 10 de diciembre de 2010

¡HADAS !

Hasta hace pocas semanas creia que todas las fantasias que salian de la boca de una niña pequeña eran eso , fantasias , pero os voy a contar una historia...era se una vez una niña pequeña llamada Elisa que le gustaba leer los cuentos que le dejo su madre sobre hadas, ella todas las noches soñaba en encontrar la tierra de las hadas que estaban escondidas en un lugar magico , tenia una madrasta que le gritaba cadavez que decia algo sobre hadas , cada vez que las dibujaba , pero lo que no sabia su madrasta es que en su habitacion escondia un armario en el que tenia todo sobre hadas , un invierno en su casa , bajo al sotano a llorar por que su madrasta la habia roto el dibujo mas bonito que os podais imaginar. la madrasta bajo a buscarla y ella se echo para atras , y sin darse cuenta pulso un boton y se volvio pequeñita , del tamaño de un hada ,Elisa no entendia lo que pasaba , derrepente veia todo demasiado grande (mas de lo normal)Elisa salio de la casa hacia el jardin cuendo derrepente se topo con una puerta , una puerta que nunca habia visto , abrio la puerta y alli estaba el lugar magico con el que siempre habia soñado, la tierra de las hadas.la moraleja es que si persigues tu sueño aunque alla alguien que te lo destroze una y otra vez , seraz capar de conseguir el sueño de tu vida.